La preocupación por una intervención dirigida a la infancia deriva de la toma de conciencia de que los primeros años de vida son claves para el desarrollo posterior del ser humano y su adaptación social. 
La estimulación y la intervención temprana con niños exigen tomar en cuenta, además, que la familia, y más concretamente los padres, constituyen el primer modelo de identificación, de estructuración de su personalidad, de organización de su aparato psíquico. 
Los padres están involucrados directamente tanto en la construcción del deseo infantil, como en el apoyo y la educación que se da al niño; en la instauración de hábitos y conductas adaptadas, en la aparición del lenguaje, así como en las decisiones que sobre ellos tomen. Padres, que a su vez, actúan y están influidos por su propia historia familiar, por los recursos psíquicos, económicos y sociales que posean, por los apoyos que ellos mismos obtengan, por las expectativas que tengan respecto de sus hijos y sus deficiencias, etc. 
Nos proponemos en este Curso abordar qué entendemos por una intervención temprana, en qué argumentos teóricos se sostiene este tipo de intervención, qué sectores profesionales pueden estar implicados, con qué tipo de niños se trabaja y de qué diferentes formas se puede trabajar con las familias.